Amor de padre
El señor Hoyt es un deportista, competitivo y perseverante pero ante todo es un padre que ama profundamente a su hijo. Su hijo no es un chico normal, tiene una discapacidad grave debida a la falta de oxigeno en el momento de su nacimiento. A pesar de ello, su padre, amante del deporte, no se resigna a practicarlo en solitario. Quiere que su hijo también pueda disfrutar de la experiencia junto a él. Para ello a creado el Equipo Hoyt.
Dick practica deportes de alto rendimiento como Ironmans, triatlones, duatlones y maratones que se realizan en solitario. En los Ironmans y triatlones se practican diferentes disciplinas como natación, carrera en bicicleta y carrera a pie, todas ellas en una misma competición. En los duatlones se realiza atletismo y ciclismo y en los maratones solo se compite corriendo. A pesar de tratarse de modalidades deportivas muy exigentes, durante las pruebas lleva a su hijo en una silla especial acoplada al frente de su bicicleta, lo arrastra en un bote especial durante la prueba de natación y lo empuja en una silla de ruedas adaptada cuando toca la carrera a pie.
Hasta junio del 2005, el Equipo Hoyt participó en un total de 911 eventos, incluyendo 206 Triatlones (6 de los cuales fueron competiciones Ironman), 20 Duatlones y 64 maratones, incluyendo 24 maratones de Boston consecutivas. Además, en 1992 realizaron una prueba en bicicleta y corriendo a lo largo de 3.735 kilómetros cruzando los Estados Unidos durante 45 días. En los últimos 35 años, Dick, de 72 años, ha empujado y tirado de su hijo por todo el país, pasando por cientos de líneas de meta.
Rick Hoyt, el hijo de Dick, consigue comunicarse a través de un ordenador y ha logrado una cierta autonomía que le permite vivir solo. Rick habla así de su padre: “Mi padre es mi modelo a seguir. Una vez que se decide a hacer algo, hace lo posible por lograrlo, no importa que sea. Por ejemplo, cuando decidimos participar en un triatlón, papá entrenó, hasta 5 horas al día, 5 veces a la semana, incluso cuando estaba trabajando”. Y destaca su gran deseo por cumplir ”Es que mi padre se siente en mi silla y que yo lo empuje aunque sea una vez…”
Hermoso ejemplo de superación y cariño mutuo. Una gran lección para todos.