El cazador de osos y su esposa
Un día, de repente, los osos de Llanura Suelo Verde desaparecieron. Nube Inalcanzable merodeó durante días en busca de algún ejemplar, pero fue inútil. Nadie sabía que había ocurrido, ni siquiera el jefe indio, Tronco Robusto.
Los miembros de la tribu que habían pagado por sus pieles inexistentes, reclamaban ahora al cazador sus especies. Nube Inalcanzable tuvo que devolver todos los alimentos dejados en depósito. Él y su esposa lo perdieron todo.
Pájaro en Mano, después de recriminar a su esposo sus malas artes, marchó con su caballo hacia Llanura Manto de Flores, dónde residían sus padres y hermanos. Una vez allí descubrió que, a pesar de estar lleno de ellos, la tribu dejó de cazar osos. Pájaro en Mano preguntó a su padre, jefe de la tribu, por qué no los cazaban. Éste le comentó lo siguiente:
-Si cazas un oso para quitarle la piel, éste oso muere. Por cada oso que cazamos para calentarnos, uno menos que puebla nuestra llanura. En poco tiempo nos quedaríamos sin osos y por tanto sin calor para los fríos inviernos. Debido a ésto, nosotros pereceríamos también. Empezamos a pensar en una solución que beneficiara a todos. Y finalmente, la encontramos. Relámpago Intrépido, tu primo hermano, tiene la cabeza llena de ideas.
Un día marchó a emprender un largo camino y confraternizó con el hombre blanco. Allí descubrió cómo se calentaban en los helados inviernos de los bosques de gigantes secuoyas. Utilizaban el pelaje de un animal, pero no tenían que matarlo para ello. Se llaman ovejas y Relámpago Intrépido intercambió unas cuantas por los dos caballos más veloces de los que disponíamos. Ahora ya tenemos 10 ovejas y además, nos proporcionan una leche muy nutritiva.
Pájaro en mano, contenta y esperanzada, se dirigió a Llanura Suelo Verde con dos ovejas. Allí explicó como usar sus pieles y como les podían proporcionar alimento. Todos la aplaudieron y la hicieron sabia oficial de la tribu.
Su marido, Nube Inalcanzable, pidió perdón a la comunidad y se dedicó desde aquel entonces a remendar las pieles de oso existentes en el poblado y darles otros usos. También ayudó a repoblar Llanura Suelo Verde de osos pero esta vez sin la intención de cazarlos.
Al final decidió cambiarse el nombre por el de Oso Superviviente.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
- Gracia, Olivia (Author)